sábado, 18 de noviembre de 2017

Conocer y asumir la herencia: 2.500 años siguen iluminando el devenir.


¿Qué hacer con el legado recibido, cultural y humano, que es permanente?
 Cuidado, respeto y difusión.

    Alguien llega a lo que debiera ser un campo fértil y se encuentra un terreno yermo, delimitado aunque sin cultivo, un páramo. Tiene dos alternativas: acomodarse entre lamentos en la intemperie y pasar el tiempo; o bien, con el ímpetu de las ideas claras, con la fortaleza del objetivo limpio de que la realidad sea otra, entonces remangarse y protegido mínimamente de las inclemencias, con las escasas herramientas de aquella coyuntura, hacer que el agua llegue y riegue. Tras el trabajo mantenido de ese alguien, valiente, persistente y sin descanso, renovando el objetivo en la lucha contra la inhibición ante el necesario cultivo, las espigas emergen sólidas, los sarmientos consolidan la viña, y el olivo, de crecimiento parsimonioso pero dinámico, ofrece los primeros frutos para obtener aceite de calidad suprema.
      
      Es una labor intensa, esperanzada y paciente de la agricultura mediterránea por excelencia: 

· el trigo, básico para el pan, como el pensamiento lo es para la vida y la convivencia.



· la vid, en sus racimos de energía congénita ofrecerá el vino, en tragos intensos sin llegar a la ebriedad: como vivas y profundas son las lenguas mediterráneas y su inseparable estudio de las culturas esenciales que se producen en el Mare Nostrum. 

· el olivo, generoso en su fruto para el aceite, es árbol resistente y duradero en el tiempo, con la fortaleza de los habitantes que acertaron a pasar del Mito al Logos.

     Como el empeño de Paquita Moya, y el esfuerzo de María Teresa Beltrán, de Charo Guarino y Diana de Paco.

       En el largo párrafo anterior se condensa el trabajo de la, intelectualmente hortelana y comprometida profesora Francisca Moya del Baño, en su doble actitud y práctica: de ariete, para remover obstáculos y puertas cerradas; y de renovada siembra de la civilización evolutiva que comenzaron aquellos mediterráneos, de hace más de 2.500 años, y que tenemos en herencia viva e imperecedera. 

En el origen, Grecia y Roma, que crearon lo que es herencia de todos.
        En el último cuarto del siglo XX, el fructífero trabajo de la profesora Moya del Baño, traductora canónica de Ovidio y sus ‘Heroidas’.

          Esta docente entregada, (familiar y cariñosamente conocida como Paquita), su esfuerzo desembocó positivamente en la creación y funcionamiento de los departamentos y áreas de Filología y Cultura Clásicas en la Universidad de Murcia.

      Lo primero, el patrimonio de lenguas y culturas clásicas. Que no se nos olvide: no ignoremos lo que nos pertenece y que debemos mantener fresco y renovado.

      Y, otra modalidad de herencia: la del esfuerzo y ejemplo de Paquita Moya del Baño para la solidez y vitalidad del legado grecorromano.
   
  Internados en el siglo XXI, una brillante idea de la doctora Diana de Paco Serrano, se implementa, en el año 2012, con actos programados y participativos, manifiestamente orientados a la difusión y conocimiento de las Lenguas y Cultura Clásicas, para que no se ensombrezca y, por desidia, lleguen a desaparecer del curriculum de Bachillerato.

  





   Llegan nuevas docentes con este panorama y se suman a los proyectos, como lo es la doctora Rosario Guarino Ortega, profesora y poeta, que añade modalidades y nuevos matices para el estudio y vitalidad de las Lenguas Clásicas.




      Aparece y se consolida la asociación de profesorado y, también, la Sociedad Española de Estudios Clásicos (SEEC), que preside la profesora María Teresa Beltrán Noguer, quien estimula, respalda y alienta las acciones y proyectos para la renovación dinámica en el estudio y difusión de la Filología Clásica. 



     Confluyen estas 4 profesoras emprendedoras en los vértices del rombo, vorágine de actividades para lenguas clásicas y Humanidades.

   (Indudablemente, hay más implicados, con participación modulada. Las cuatro profesoras mencionadas son cardinales).
   (Como las respuestas a lo que Bertolt Brecht formula en su poema “Preguntas a un obrero que lee”: “Tantas historias. / Tantas preguntas”).
      Y ¿qué ha ocurrido en la mañana del 17 de noviembre, en el acto abierto al pueblo? (mejor que decir “público”, que contiene algo de pasividad).

      Situación.- Plaza de la Universidad de Murcia, campus de La Merced, Escalinata de la Facultad de Letras, como en las antiguas Grecia y Roma, se transfigura en ágora. Hoy, en Asamblea pública y participativa, el legado se muestra fresco y vigoroso, inmarcesible tras más de dos mil quinientos años. Las lecturas, con la algarabía de la juventud y la participación madura. 



      Centro neurálgico donde se vive en la herencia clásica recibida, (contemplada y recogida en los planes de estudio). Conscientes de ello o no, todos la llevamos impresa, como mínimo, en la lengua que hablamos.

      Ágora en la sede universitaria, también para los estudiantes de Bachillerato, foro abierto a toda la sociedad, para la dialéctica, para los vivos textos clásicos, para el teatro, para reconocernos herederos de un patrimonio común, que compartimos siempre y que se remueve en estos días, en la fecha cabalística de 17-11-2017.



     Es la cuarta edición del evento ideado por iniciativa de Diana de Paco, helenista y dramaturga, profesora en el Departamento de Filología Clásica, con el propósito de reclamar un lugar para la Cultura Clásica, el Griego y las Humanidades en la LOMCE. 

Yo conozco mi herencia, ¿y tú?
      Acudimos, con la camiseta simbólica y comprometida.



     Como canta Franco Battiato:

Mr. Tamburino, yo no quiero bromear,
pongámonos la camiseta,
los tiempos cambiarán
somos los hijos de las estrellas
y bisnietos de su majestad el dinero…”

Conferencias-coloquio, las que ha animado y coordinado la profesora Rosario (Charo) Guarino, con la presencia de la escritora Isabel Barceló Chico quien, entre otras muchas dedicaciones, ha escrito los bellos textos de Corina, en respuesta a los correspondientes de Ovidio.




     Lectura y dramatización de textos clásicos grecolatinos, mediante otros caminos que abundan en la importancia de la cultura y las humanidades en el sistema educativo.



     Este año han sugerido que los textos estén relacionados con OVIDIO para conmemorar el bimilenario de su muerte.



          Y sigue martilleando la pregunta:



“Yo conozco mi herencia, ¿y tú?”



    que invita y alienta para fortalecer el conocimiento de las raíces culturales y del valiosísimo legado que Grecia y Roma, como hoguera que se enciende y necesita el continuo cuidado para que no se apague, pues no es vaso que simplemente se llena.

¿Qué significa el nacimiento y desarrollo de lo que entendemos por Cultura Clásica, de los mitos y símbolos que conforman nuestra identidad?


       Es algo comúnmente aceptado que hay unas características propias y definidas, una serie de rasgos particulares que, unidos a ciertos ritos y símbolos, conforman lo que llamamos Cultura Clásica.

      Durante mucho tiempo se presentó la formación del carácter y las peculiaridades de las personas en el área geográfica en torno al Mediterráneo, como un proceso secular y paulatino en el que se desarrollaron estos rasgos. 

   En la construcción de la identidad, los mitos forman parte de la narrativa de la historia, fundamental para la literatura, las artes u otros géneros de conocimiento. Sentimiento de comunidad humana con lazos o vínculos comunes.

      En el ocaso del interés por la figura del "héroe", habrá, todavía, quienes se pregunten si existe realmente la herencia cultural.



El pasado se proyecta hacia el presente.

¿En qué aspectos de lo que somos podemos rastrear la influencia de los mitos griegos? Los mitos son una parte limitada del mundo griego.

     Reflejan la gran imaginación de los griegos, su capacidad para crear un mundo de dioses y diosas de enorme humanidad. Los dioses griegos son tremendamente humanos, son también divertidos, patéticos...

       La mitología pasó a formar parte de las ficciones poéticas, pero permaneció. La noción sobre el alma, la inmortalidad del alma, la ética, la conducta social, eso ya estaba en Platón.
En Sócrates está la universalidad del logos por el diálogo, y su mayor ejemplo son sus últimos días.
        Los mitos siguen vivos y se consideran tan reales como los sucesos diarios y cotidianos. Se reinterpretan una y otra vez encontrando en ellos nuevos sentidos. Incluso se invocan en los juicios. 

       La psicología analítica nos enseñó que los símbolos se inscriben en la información genética, lo que recibimos en nuestra herencia cultural y ayudan mucho a comprender y a transmitir. Son más que mitos o estereotipo, en los que se reconoce la herencia cultural que constituye la raíz de Europa y de las naciones surgidas con su aliento.

        ¿Cómo se percibe que los saberes clásicos sufran el arrinconamiento de las Humanidades?
        Hay un desprestigio general de las Humanidades: esta sociedad, pragmática, solo busca el bienestar económico y nada más. Y por otro lado, hay un problema dentro de la propia universidad, un problema de falta de fondos; cada vez hay menos profesores, una mayor penuria para comprar libros, para acondicionar despachos...
Los políticos, cuando hablan de cultura es siempre desde el plano económico. Estudiar clásicas hoy, tal y como está el mercado, solo puede ser vocacional.
Es un proceso histórico como matriz de una tradición que no podemos menos de asumir y de una herencia que, a la vez, no podemos ya heredar sin más.

        La enseñanza media tenía sus profesores de griego, de latín. Ahora esto ya no es así en la enseñanza pública.
     ¿Cómo convencer a un adolescente indeciso de que son importantes las humanidades, de que las debe estudiar y conocer también la cultura clásica? 
        La sociedad griega, que está en la base de la nuestra, sintió la libertad, la humanidad que permitió la democracia, la filosofía, las matemáticas. Cuando uno lo compara con otras civilizaciones se da cuenta de que los griegos han sido el pueblo con más capacidad de aventura que ha existido. La ambición del hombre por someter a crítica todo lo heredado: vida, historia, cuerpo, lengua.

       Tenemos mucho de los griegos; más de lo que pensamos. Tenemos ese sentido de la libertad, de lo importante que es la conciencia individual. De ellos nos viene el gusto por el arte, la apertura hacia el mundo.
       En los textos griegos en concreto, se pierde en la traducción, la música, la belleza del léxico... pero siempre se conserva lo fundamental.

Como ejemplo, la lucha por la dignidad. Es el lema que late en el interior de «Troyanas», texto de Eurípides

Ciudadanas de Troya; “Troyanas” encontramos en todas las épocas y en todas partes. Troyanas son las que resisten, como Lisístrata. Habla de esas mujeres, de cómo sufren, de cómo se las reparten, de cómo los vencedores en las guerras destruyen culturas y lenguas...»

Hay una lucha por sobrevivir, por mantener la dignidad. Aquí las mujeres lloran porque sienten dolor, pero hay resistencia en ellas. Y, por encima de todo, Hécuba es una mujer que, a pesar de haberlo perdido todo, no deja de luchar: Hécuba es la madre universal.

En la obra que han representado alumnas, estudiantes universitarias de segundo de grado de Filología Hispánica, se subraya la grandeza de las mujeres en una situación tan extrema y calamitosa como es una guerra. Es un canto a la resistencia y la fortaleza.
       
               Utopías

La esperanza de alguien, en plural, que cree en la humanidad, en la filosofía y la ciencia: la ética del respeto de los unos por los otros sólo se consigue con un aprendizaje arduo en la vida familiar y académico donde el ejemplo es fundamental. Para aceptar lo que realmente somos hay que desarrollar un conocimiento de la vida humana en el contexto de la vida total a la que pertenecemos. Y conocer que, al llegar a este mundo, ya disponemos de un legado grandioso, amplio a la vez que sencillo, honesto y eficaz.

      El Renacimiento europeo se produjo por una vuelta al «pasado» grecolatino, creó el mundo moderno. Hay que superar ese análisis que dice que los mitos son «mentira» y recoger toda la herencia del pasado: Egipto, los dioses griegos y romanos, los mitos bíblicos y cristianos, las leyendas medievales, los mitos artúricos, la alquimia, los cuentos de hadas...

En un amplio movimiento hacia la imaginación y la poesía.

La misión del intelectual es terrible: debe tomar partido.

Toda la herencia resuena en las páginas como esperanza y como ejemplo para el mundo. Porque tiene capacidad de transmitir su energía en un momento en que lo populista y lo radical devoran la consistencia anímica de Occidente.  
Hasta el punto de que, aunque quisiéramos desprendernos, aunque donáramos nuestra herencia clásica, no se pierde: afianzada está y se extenderá a quienes la compartan.

Ha sido un jornada bella y emotiva, pues el conocimiento se ha extendido en el ámbito.

Espoleado por quienes hemos querido participar, los chicos y chicas de Institutos de Enseñanza Media; y también, entre otros y otras, -otra vez ‘silenciar’ a muchos profesores e intelectuales que han puesto, en el aire fresco de la plaza de la Universidad, su párrafo; ente otros/as: la profesora Virtudes Serrano,
el poeta Sǿren Peñalver,

el escritor Santiago Delgado,

así como componentes del grupo teatral -que actualmente trabaja en “El Juglarón”- con textos de “Ovidio-Corina”, (bella creación de la escritora Isabel Barceló), de los que destacamos:

OVIDIO Y EL MALTRATO 

“Si estás aquí como amigo, ahora que mi locura toda se ha desvanecido ya, átame las manos, pues se han hecho merecedoras de cadenas. Sí, ha sido la locura la que lanzó mis brazos insolentes contra mi amada. Y maltrecha por mi mano furiosa está ella llorando ahora. (…)
¿Quién no me llamó “loco”? ¿Quién no me llamó “bárbaro”? Ella nada dijo; su lengua estaba paralizada por un miedo pavoroso; y sin embargo, su silenciosa mirada me hacía reproches; con sus lágrimas me hizo reo, sin decir nada.
¡Ojalá que antes se me hubieran caído los brazos de los hombros! ¡Habría sido una ventaja poder carecer de esa parte de mi cuerpo! He derrochado una violencia loca para mi propia perdición, he sido valiente y fuerte para mi propio castigo. ¿Qué tengo yo que ver con vosotras, servidoras de la matanza y de los crímenes? Manos sacrílegas, soportad las cadenas que os habéis merecido.


CORINA: RECHAZO DEL MALTRATO A LAS MUJERES

¿De qué me sirven tus lamentos mientras se amorata la piel de mi rostro? ¿A qué amigos llamas para que encadenen tus manos culpables, esas manos que me han golpeado vergonzosamente a mí, que te amaba? No llames a nadie, sino a Ovidio, (ya que parece que estabas fuera de ti) y dile, de mi parte, que no vuelva. Que si su amor ha de expresarse con violencia, no lo quiero. Dale este recado: mi respeto por él desapareció al primer golpe y en mí no hallará ningún vestigio del antiguo amor.
¿Quién desea tener por amante a quien le hace daño, aunque sea un poeta como tú, famoso por componer versos sublimes? Podrás engañar los oídos de otros, Ovidio, pero a mi corazón, te aseguro que no.



También el de Solón: “Las causas por las que perece la ciudad”.

==oo0oo==

Gracias al Departamento de Filología Clásica, Universidad de Murcia, singularizado en las profesoras Paquita, Diana, María Teresa y Charo.