sábado, 15 de julio de 2017

Las HEROIDAS, en Mazarrón: Teatro y mitos del Mediterráneo clásico


Una noche de teatro que transfigura.





Última sesión y clausura del II FESTIVAL de TEATRO “Rafael García Castillo” en Puerto de Mazarrón




       Han pasado dos mil años y las Cartas de las heroínas (Heroidas), esposas o amantes de los míticos héroes griegos, que compuso Ovidio, viven, permanecen, se alzan e impregnan el aire marino, del mar actual y del mar mítico.
Ulises revive en la voz de Penélope, como Paris en la de Elena…, Fedra… Medea desgarrada, la hechicera, la infanticida, habla a Jasón como amante poseída por una pasión irracional. Es el mito furioso.

Diez y media de la noche, en Bahía Chica, escenario construido por la Naturaleza, facilitado por Ayuntamiento, al aire libre —acceso gratuito—. El escenógrafo y director Jorge Fullana, usufructúa el marco que articula con inteligencia, el espacio escénico en el agua y en la arena, aporta un interesante juego conceptual para esta ocasión teatral de actuación de la Compañía Itinerante Deletreartes, (“Escenas de cuyo nombre no puedo acordarme”), de la Universidad de Murcia, eficientemente dirigida por Mariángeles y María Rodríguez, pone en escena la lectura dramatizada de “Heroidas”, la obra de Ovidio, con motivo de su segundo milenio. Texto elástico y bello, remanso narrativo que funciona bien en el conjunto de un espectáculo complejo y tenso, con momentos espléndidos bien graduados por Mariángeles Rodríguez.

Cinco cartas de amor —de las veintiuna­ que componen la obra—, seleccionadas por María Rodríguez, conocedora tanto por su dedicación a este trabajo armónico y como actriz diestra en «Medea» a la que da vida: una mujer detrás del mito.


Cartas escritas por los personajes femeninos para sus amados, desde la ausencia y la distancia, el abandono y el olvido, en las que las heroínas se lamentan de sus amores insatisfechos.



       Gradas, emulando las clásicas de los teatros griegos y romanos, completamente llenas de público, además de quienes en pie han asistido a la representación: unas cuatrocientas personas, quizá alguna más.
        Noche ambiental muy agradable a la orilla del mar. Que aún agrada más cuando las actrices desmenuzan sus respectivas cartas dolientes y apesadumbradas. 

       El ámbito escénico ha influido positivamente en el momento interpretativo de las actrices y actores, que han rayado a gran altura. Aplausos largos, felicitaciones posteriores, diálogo y comentarios animados alargan la noche en que se han revivido las palabras inmortales de Ovidio, en las «Heroidas», una representación del amor y de mujeres enamoradas que influirá en la literatura posterior.



«Escucha quién fui yo, posteridad, leve cantor de tiernos amores, para que así sepas a quién lees». Intemporal Ovidio, como lo es la Poesía. Estuvo presente la catedrática de Lenguas Clásicas, doctora Paquita Moya del Baño, que es traductora de las Heroidas de Ovidio, y que se ha convertido en canónica transcripción. No podía faltar.
En la foto, (Paquita a la izquierda), está acompañada por Joaquina García Melgarejo, a la derecha, antigua alumna de Paquita, y hoy profesora de Filología Francesa.        
      También la doctora Diana de Paco, coordinadora de Cultura de la Universidad de Murcia, quien alabó el trabajo desarrollado esta noche por la Compañía, con Mariángeles y María Rodríguez al frente, quien también ha hecho una más que creíble interpretación, será memorable, del rol asignado.

     Los héroes clásicos no escribían. Ni siquiera hablaban para justificar lo hecho. Tampoco esperaban que otros, en su lugar, lo hicieran. Huraños, taciturnos –Aquiles es el arquetipo–. Los héroes clásicos eran hombres duros. Nada esperaban del combate que no fuera la batalla en sí. Las palabras, menos que nada.
     Ovidio dice:

«Mi inspiración me lleva a hablar de las figuras transformadas en cuerpos nuevos: dioses, sed favorables a mis proyectos y entrelazad mi poema sin interrupción desde los albores del origen del mundo hasta mi época».

     Asistencia más que satisfactoria, de muchas personas amantes del teatro;  unas conocidas, como los integrantes de los grupos UGTeatro y “Azorín”, que mostraron su admiración y agrado por el excelente trabajo escénico presenciado. 

      Las lágrimas brotan al mismo tiempo que los aplausos: prueba elocuente del misterio del teatro, esa extraña forma de vida.

     La eternidad es para la historia, por eso interesa este trozo de tiempo habitado en el teatro, en la vida a través de cartas de amor, que reconcilian no sólo con el teatro sino con el arte más emocionante.

¡Larga vida al teatro!

jueves, 13 de julio de 2017

“Trasnochando”, un espacio poético en el verano. Soren Peñalver en el Museo de la Ciudad.

       Canna brevis trasnochó en el espacio poético de SØren Peñalver.

     …y en su regreso al goce y la emoción sostenidos de las lecturas líricas, actualizando las palabras Albert Camus: «La poesía es el mundo en su mejor lugar».

        “Trasnochando” es el título con que, cada verano en julio, SØren Peñalver ofrece y estimula en el museo de la Ciudad un encuentro literario y amistoso.
     Incardinado en los actos del Festival Internacional de Folklore en el Mediterráneo, que cumple 50 años. (En el museo también se desarrolla la actividad pictórica: “50 mares para el Festival” con la consiguiente exposición de 50 cuadros alusivos). 

      Esta edición de “Trasnochando” dedica las tres noches al MAR, con el título de “50 poetas y el Mar”, una mirada poética en tres veladas literarias coordinadas por SØren

     Noche muy cálida, en la que aún en lo avanzado de la noche, el calor apenas remite e invita a la toma de granizados y agua con que obsequia el Museo a los asistentes.

    La sesión se ha iniciado con un acto de reconocimiento a la figura y obra del escritor Alfonso Pacheco, presente en el acto, en el que las actrices Conchi Pacheco e Inma Martín leen expresiva y notablemente dos producciones del autor, escritas en este día, y en las que se muestran experiencias de navegación vertidas en el odre literario. (Esta coyuntura cultural significa la avanzadilla de un próximo homenaje al poeta de “El nacimiento de Aftalia”).
     
   Así, con la Luna protegiendo, ahora que está en menguante, ha comenzado este diálogo intimista, celebrado en tierra adentro y que se inunda de poéticas palabras que aluden al Mar.

    Entre los invitados a la lectura de textos de inspiración marítima, acudió el Grupo de Teatro Leído “Canna brevis”. (Cinco de sus componentes, —Diana de Paco, Carmen Antúnez, Loreto Martínez, Leticia Varó y Pepa Alcaraz— han justificado su ausencia. Para ellas, ha habido palabras afectuosas de SØren Peñalver que se resumen en un rotundo: “Os echamos de menos”, y también corrobora Santiago, presidente de APROMUBAM).
  
        En esta ocasión, la fórmula ha sido la de tomar como base textos literarios en los que el Mar es protagonista, y que ha preparado el escritor Santiago Delgado. Y, además, cada participante del grupo, si así lo ha estimado, aporta al tema un texto de producción propia. 

           El espacio poético asignado a “Canna brevis” lo ha iniciado Sonia Varó, con LA SIRENITA.
     Dinamarca, el aire flamea de música, disfruta de prestigio literario.      Un poema que etiqueta las relaciones humanas.



La transida melancolía de la Sirenita,
su callado grito de amor que surca los mares
y los cielos, las nubes y los vientos,
-todo eso que nos dice la Sirenita,
oteando los fríos mares del norte-
...
Y ahí está la Sirenita de Copenhague,
pidiendo a la espuma de las olas, la dejen
esperar, siempre un poco más,
que, está segura de ello, ese amor volverá.
Si vais a Copenhague, pedidle
 a las olas que esperen, que esperen
siempre un poco más.

                 A continuación, José Antonio lee, dramatiza e interpreta la “Fantasía Nautícula de Don Fadrique en La Puebla”, de Santiago Delgado. 


He aquí, el Balcón de Misa de Don Fadrique.
Semeja la popa de una gran nao
española o portuguesa del Siglo de Oro.
Las olas del océano van quedando atrás,
rotas por la orgullosa estela del navío.
Los galeotes bogan con denuedo
entre sudores y maldiciones
contra el mundo que los ha condenado.
(…)
  Un fragor de olas, envuelto en húmeda niebla
de puerto atlántico andaluz, resuena en la nave toda...




      Seguidamente, la poeta Charo Guarino, con EL REGRESO, (MELINA MERCURI, desde NUEVA YORK a "EL PIREO")
                             “…Llegando a Chipre,
                                    varando luego
                                  en playa de fina arena,
                                 sale Venus
                                 a recibir a la griega:
                               "Contigo navegaré -le dice-
                               hasta la misma Atenas;
                                pero siempre tras de ti,
                              que antes debe honrarse Ética
                              que poner altar a Belleza".
                             Arriban por último al Pireo,
                            ese puerto
                           donde el hombre aprendiera
                            que son libertad y pensamiento
                            alimento de corazón y cabeza. 



         Charo nos regala, de su génesis y sensibilidad creativa, un poema propio, “Doa”, con alto contenido del drama de las migraciones y la inutilidad destructiva de las guerras, con la emoción de las palabras así dispuestas: con todas las voces del mundo.


Días de Grecia, donde todo cautiva, el mar luminoso y sagrado de Homero y el espacio sereno de la Acrópolis, pasando por la plena y quebrada belleza de Olimpia.




     Continúa el recital con Ángela Sánchez-Lafuente, con el PASEO DE LUNGOMARE, EN DIAMANTE.

“Ah, qué gracia provinciana
y dulce, la del Paseo de Lungomare
en Diamante de Calabria.
Al borde del mar y al pie de la montaña,
el Mar Tirreno y las nubes del Otoño
 primero, como un milagro de frescura
que el viento del sur les regalara.
  Van y vienen las gentes por él,
saludándose con sonrisas y miradas,
como si fueran todos amigos,
 como si fueran todos camaradas,
                                                                     como si poseyeran todos a la vez 
                                                                    una sola y misma alma.”

        Y también dos poemas propios, de  elección de Ángela, con poética emotividad.

      Luego es el turno de Juan Soriano, con dos poemas de Santiago Delgado: uno, La Ola de Hokusai
                                           “…Sabedlo y decidlo:
                                           pasaremos todos,
                                         y quedará esta ola.”
Y el otro, “Huellas sobre la arena de la playa”

“…la espuma extrema blanca
                                      iba borrando tus huellas,
                                    y al mar profundo se las llevaba…”

Y agrega al momento de la noche poema propio:

ENCUENTRO EN EL MAR”

Invoco tu mar, te llamo.
                                      Mis brazos se duelen,
                                      vacíos de ti, mar en ausencia.

Melancolía que Ilumina
                                     tu mirada azul.
                                     Saluda a tu mar,
                                    háblale que añoro su beso
                                    los dos sumergidos en él.

Tu mar, piel de sol,
                                      palabra de espuma,
                                     caricias de agua iluminada,
                                     verde teñido de plata,
                                     será quien te abrace,
                                     y no yo, en un manantial
                                   de ausencia y silencio.

Palabras vacías ya de anhelo
                                   y de latido, sin pasión
                                  ni misterio.

Las olas mudas
                                en la arena descansan.
                                Un sendero estelar
                              desgarra al mar.
                              Brotó la noche.
                             No estás.


       Concluye el espacio poético concedido a Canna brevis con la breve presentación de un libro de Poesía para Niños, de una joven escritora, y del que la profesora Aurora Gil Bohórquez extrae tres poemas y los entrega al aire de la noche.



Una experiencia estética profundamente intensa como en un collage, integrando trozos diminutos de grandes palabras, y fragmentos de las inscripciones de personajes poéticos y mitológicos.

     La velada continuó hasta completar las intervenciones de quienes tenían previsto sembrar el patio del Museo de la Ciudad de poéticas palabras que hicieron presente el Mar.



     Los humanos, seres que se expresan, aciertan a vivir más allá de límites cerrados, a salir más allá de nosotros mismos.

martes, 11 de julio de 2017

Fiesta de temporal clausura, en “Zalacaín”, con SØren Peñalver



     'Lunes Literarios' de “Zalacaín” clausura la temporada literaria por estacional y transitoria interrupción, por verano.

¡Ah!, llega julio, con su calor murciano, y “Zalacaín”, pasa página y nos dice ‘hasta luego’. “Los lunes literarios de Zalacaín”, toda una institución cultural, —lo sabemos, es obvio—, en la noche del 10 de julio se convirtió en una fiesta.  Para celebrar lo literario y la amistad. Y además, si es por cese de actividad, aunque sea temporal, siempre queda un punto de nostalgia y vacío.

Es una tregua, un espacio/tiempo para descansar activamente, preparando la reapertura, en septiembre se recomienza.

      El broche de esta etapa ha sido con SØren Peñalver, con quien asistimos al adelanto de poemas de su libro de próxima publicación, quizá en otoño. Una obra con puntadas por las que narra su historia y muestra su esencia libre.

Acto poético este de los lunes, aunque esta noche contiene el importante añadido de la presencia concurrente de muchos amigos de SØren Peñalver, que han querido estar y compartir, conociendo de antemano que el poeta valora altamente la amistad y la memoria.

     Por eso, amigas y amigos poetas, escogidos para la ocasión, —decidir es rasgarse—, han sido llamados a decir, en público y voz alta, aquellos poemas que SØren un día les compuso y obsequió. Alegórica y representativamente son siete, podrían haber sido (si el tiempo se detuviera), setenta y siete, o centenares de amigos quienes dijeran y leyeran, porque ha sembrado mucho, y es sobradamente apreciado y conocido. Desde luego, el espacio de ‘Zalacaín’ se queda pequeño, pero ya se sabe: cosmos pequeño, corazón grande.

       Lucidez en la memoria prodigiosa, inteligencia, amistad, poesía... La construcción de un ser complejo, a través de un diálogo de la condición humana, con sus contradicciones y desesperanzas. Ese es SØren.

     El perdón, siempre; y no tiene cabida rencor alguno. Porque los hombres no son felices si viven en el odio. Nos descubre siempre la libertad que, finalmente, es buena. En la amistad y el amor, la humana presencia solidaria sencilla.
         Con su aspecto cuidadamente desaliñado y colorido, SØren, desgrana los temas literarios de permanecen en su continua mutación recurrente.
        ¿Cómo lo hace?
        En esta noche de eléctrica miscelánea, de presencia y amistad: se convoca y las personas acuden.

· Los padres del poeta, siempre presentes, en la realidad y en el mito.

· La Harley Davidson, moto del padre, icono anclado en la Historia personal.

· Los viajes y las estancias en diversos países y lugares, con innegable y poderosa influencia destacada en Grecia y Turquía. (Por cierto, se marcó unos pasos de danza griega).
Busca las palabras precisas, que suenen, que rediman de los destrozos de los días: todavía la palabra salva.

SØren, poeta que gira, en sus poemas, sobre sí mismo hace de la vida lenguaje, escritura. Pasea al hombre a través de los símbolos y aspira vivir poéticamente.

· Las anécdotas continuas y encadenadas. En las apariciones públicas de SØren Peñalver, bien sabemos que apenas hay improvisación: hasta ésta es contemplada. Esperamos que nos sorprenda y que su poesía hable por sí misma.

· La referencia a la homosexualidad, el amor, el futuro sentimental, la convivencia. Es habitual que el hombre sufra porque la persona a quien ama un día desaparece. El verdadero sufrimiento es la advertencia y comprobación de que la pena no es eterna.
          El poeta apresa lo que no se muestra a la vista, en sus poemas hay iluminaciones, y las sitúa en relación con Rimbaud.

   
  · Surge, entre otros, un nuevo tema, el de la correspondencia escrita.
Las Cartas, en un tiempo, el actual, en que, comunicativamente, todo ha de ser dicho en la síntesis de ciento cuarenta caracteres, él escribe largas cartas a sus amigos. Estas misivas, que permanecen en discreto cajón, hasta ahora, dice Soren que se subastarán en una galería inglesa con un alto precio. En sus documentos manuscritos, aunque aborda cuestiones literarias, se centran en las curiosidades de la vida y sus formas de ocio: “Mis vivencias brotan con tanta premura que necesitan de tiempo para expresarlas”.

     Los poemas de Soren se pueblan de vida, hablan de un imaginario de elevación: árboles y pájaros. (Y su gata, “Emily Brontë”, que le escucha y le observa). La tierra, la vegetación, el mar… afirmando así una visión cósmica, de pertenencia.
        
      La poesía de SØren Peñalver, en conjunto, es de celebración, ya se hable de la memoria, del tiempo, de las ausencias, del enigma de lo poético. Al fin, es la fiesta de la palabra.

     Concluyó con la lectura del poema, por el propio SØren, y que inmediatamente pasó regalar a todos los presentes.

     Como señalamos, de todo esto se habló en la noche poética de clausura, por vacaciones, de los lunes en Zalacaín.

     La rentrée, en septiembre y meses siguientes, promete mantener y elevar la intensidad de poetas, escritores y artistas.

       Así lo esperamos, así será.

miércoles, 5 de julio de 2017

Lectura dramatizada. Cincuentenario de la pérdida de José Martínez Ruiz, “Azorín”. Obra teatral: Trilogía de “Lo Invisible”


      Leer y hablar de la obra es lo apropiado. (“El teatro también se lee”). Así sigue entre nosotros el autor, en su obra: la memoria recupera su creación literaria.

     Un universo desconocido se abre ante el lector y el espectador, simultáneamente: eso es la “Lectura dramatizada”. Y se manifestó, se hizo visible y sólida.

     Han pasado los años desde que, en 1927, se estrenó la trilogía de “Lo Invisible”, de “Azorín”. Por compañías de actores profesionales y aficionados, se ha representado, después, muchas veces y en distintos teatros y ciudades. Noventa años después se ha reestrenado en Murcia donde, a lo largo de los años, se ha representado varias veces. Campus universitario de La Merced, en su aula de teatro “Concha Lavella”. 

       A cualquiera de nosotros le puede pasar en la vida aquello que sucede en el escenario, cuando se recorre el laberinto de caminos que se separan, para reunirse después. Esta obra, incluida en el ciclo “Escenas de cuyo nombre no quiero acordarme”, del proyecto y programa Deletreartes, (que, entre otras, fija la actividad teatral los últimos jueves y viernes de mes), “Lo Invisible” ha sido una intensa y compleja experiencia.


El atractivo supremo del Teatro es aquello que es posible, que se convierte en realidad y transportarnos a una dimensión nueva. Un pensamiento, hablado o mimetizado, se encadena y desemboca en otro, viajando al interior del personaje. Nos aleja de todo lo familiar y, a su vez, nos ofrece seguridad. 





                  Los protagonistas de la obra “Lo Invisible” se sienten empujados por la esperanza de que pueda existir otra vida, en otro lugar, y por la posibilidad de poder empezar de nuevo y volver a creer en algo.

     El escenario contiene en el centro una traslúcida tela blanca iluminada tenuemente desde el interior. Al lado izquierdo, una luz proyectada simula la entrada de un túnel, y a la derecha una puerta, la de la realidad. 

     Con este diseño de línea angular, se insinúa la “expresión del tránsito”, señal absolutamente inestable, en la que se está y no se está a la vez, el punto de no retorno a partir del cual nada puede volver a ser visto con los mismos ojos.
    15 personajes transitan por escenario y todos son imprescindibles para transmitir las impresiones y los indicadores.

   Debido a lo limitado de actores masculinos, ha habido que recurrir a que mujeres interpreten papeles de hombre: la “Autora teatral” sustituyó al autor, “El Traspunte” del teatro que, en su vitalidad, no tiene miedo a la muerte—. Elayudante del Dr. Death” se convirtió en “la Ayudante”. Y el viejecito, transmutado en “Viejecita”. La “Hermana de la Caridad”, sí era ‘hermana’, en femenino.
      Roles cortos en frases-texto pero necesarios, indispensables para la escena, como la “Actriz” en el Prólogo y como el “Mendigo” del acto “La arañita en el espejo”, como “Pedro” en ‘El Segador’, personaje a merced de su mujer y la complicidad.  




      Los ocho roles fueron interpretados fenomenalmente, y son dignos de mención.
También en “La arañita…” se muestran bien compensados “Lucía” y “Don Pablo”, en equilibrio con la protagonista. (“Don Pablo” se fija en unos ojos que nunca engañan y se enfrenta a la culpa).

     Diez lecto-intérpretes entregados a la lectura dramatizada como se entregan a la vida y traspasan felizmente más allá de la afición, alcance verdaderamente emocionante. Hicieron que la obra se sustentara y ayudaron a descubrir unas intimidades trascendentes. Las protagonistas pueden elegir cómo quieren que sea el mundo. Eso se queda ahí, dentro de cada cual: el mundo está en el interior. Y en lo consciente de esa trascendencia late la esperanza de volverles a reunir en otra obra.
     La escritura de “Azorín” es finamente revulsiva. No alivia sino que altera. Y sitúa en la incomodidad que produce lo frágil de la realidad y que hay un mundo interior al cual difícilmente podemos acceder y no hay lugar donde resguardarse de la monotonía, de la nada.
       La lectura nos zarandea y nos lleva desde el sentido más profundo de las cosas a la inquietud, donde la nada es un elemento esencial porque habita en los límites, en aquel lugar común del tránsito que las personas intentamos inútilmente evitar, con la tendencia a evadirnos en un espacio nuevo, un lugar fantástico con un escenario verosímil, en la ilusión de acceder a la dimensión desconocida. Pero nada vuelve a ser igual que antes.




       
Cinco personajes femeninos sustentan cada acto escénico.

      
      Como varillas de abanico: se necesitan todas unidas para mover el aire.


      Ideas universales de la cotidianidad, presencia reflexiva.




Tres ejes protagonistas que comparten, en distintas situaciones, la proximidad de la muerte, aceptación. Meditación sobre las relaciones complejas entre personajes, palabra y escena.    La obra dibuja el recorrido de un aprendizaje único, que solo se experimenta una vez.



La SEÑORA,
alegoría de la muerte, personaje ideal y surrealista en presente continuo. 

       LEONOR
LA ENFERMA                                      MARÍA

InmensidadEternidadInfinito


TERESA Personaje terrenal, sin escrúpulos    

    para conseguir sus fines, usa el miedo a la muerte.


            El autor coloca una arañita en un espejo, paralela a los significados en los otros actos, enfocada desde tres ángulos: Leonor, María y la Enferma. Deslumbran por su potencia. Incluso en la frontera que separa euforia y desencanto.



         LEONOR declina. Desgastada por la ausencia del esposo y la enfermedad, se encamina hacia la comprensión y se apaga en una muerte lenta.
         MARÍA defiende su maternidad y su posición, formada por horas de silencio. Es valiente y pasa del dominio racional a pedir ayuda en lo esotérico.
        La ENFERMA es un ser que resiste las sentencias médicas y que, finalmente acepta el exitus.
               Tres personajes maltratados, desconfiados y anhelantes.

               Y, en conjunto, cinco formas de monólogo que son inmersión en la mente del ser humano con pluralidad de significados. Sensación de circularidad. Estímulo para quebrar la inercia de la costumbre, y también como broche de un definitivo  y largo adiós.

     
Todo esto lo enhebra muy bien la SEÑORA, mujer fascinante en alegoría de lenguaje universal, personaje encarnado con sensibilidad arisca desde su incuestionable posición de poder. Y la sutileza del engaño acompañado del chantaje emocional que contra MARÍA despliega TERESA (la risa que se dispara ante la muerte como desahogo).

       El tenue humor es el único que le da una dimensión real; para que no sea una tragedia. Se pasa también por la ternura, por la luz...

           Esta obra es un recorrido emocional que se vive, y que nos une al resto de los seres humanos. Es algo muy particular pero tremendamente universal: todos pasamos por ese suceso.
     La emoción se abre paso por entre las frases. Los actores y actrices tienen dudas a la hora de mostrar su personaje, pues hay que llegar hasta recovecos profundos. Seres humano en el momento de la adversidad final.
 
       Han vivido el proceso descubriéndolo todo. Estos roles exigen mucha complicidad, al hablarse de algo tan dedicado, sensación de «trance»... Es absolutamente importante la relación humana del equipo, y la ha habido.



     Una extraordinaria experiencia.

     Que debe prolongarse.



     Hay que acudir al Teatro, ver a los personajes en relieve y en directo, jugar a que se crean que son otro y lo son o no. No se dejen desnaturalizar por el espejismo de la televisión: una cosa es ser actor y otra ser famoso.

Larga vida al Teatro