martes, 24 de enero de 2017

ENCUENTRO y PUGNA DE PALADINES LITERARIOS (“Rincón Literario”)

    Se ha abierto y ocupado el “RINCÓN LITERARIO”.
      Ha sido en el espacio que “El Corte Inglés” ha acreditado para actos culturales. Sala que, afortunadamente, se queda pequeña (hoy ha habido lleno completo, ni una silla vacía) donde diferentes energías demostrativas de la actividad en Murcia tienen punto de concurrencia y atraen a diferentes presencias de público.

      MURCIA vive en ebullición cultural. No hay día en el que, como mínimo, doce actividades sean ofertadas a diferentes públicos, inquietudes y sensibilidades.

       Cada año afloran, en la vida cultural de Murcia, grupos de artistas, fotógrafos, poetas, escritores, editoriales que apuestan por los emergentes, cantautores, creativos del diseño y moda, galerías de arte, espacios y lugares que acogen programación de actos culturales… donde hay una gran protagonismo importante y serio, individual y colectivo, de mujeres.
       Es un fenómeno evolutivo y provechoso, indudablemente. Desde la base categórica de que no son manifestaciones homogéneas, y que buscan su ámbito y su público, esta vorágine cultural merece ser estudiada, analizada, pretendiendo determinar a qué vectores responde y a dónde apuntan sus objetivos socioculturales.

(En la audacia desde qué premisas hacer el estudio, apuntar propósitos y tesis me hallo).

       Hemos venido a hablar de la botadura de un barco importante que patronea Guillermina S. Oró, “Rincón Literario”. Que hoy ha navegado por el mar de la Poesía.

        En esta sesión inicial se ha hecho una concesión al siglo XX que no cesa, con la fórmula tradicional por la que cada protagonista expone su alocución, abriéndose a la opinión de los contertulios y público.

                         (Esto dota de cierta inhibición al diálogo, tanto porque son diversos e importantes los participantes en la mesa, y que nadie va a manifestar serias disensiones con la poesía o temas y forma de escribir de los exponentes invitados. En la “fórmula expositiva y yuxtapuesta en un evento cultural” debe de introducirse modificaciones que le doten de agilidad comunicativa sin perder la esencia del mensaje que se pretende. Por eso, los creativos habrán de pensar y proponer innovaciones y reformas de vitalidad. Aunque esto funciona, hay momentos en que se dispersa la atención).



Guillermina S. Oró ha contado y coordinado la presencia activa de un cartel de lujo: el pintor José Mª Falgas, los poetas José Ángel Castillo, Lucía Abadía y SØren Peñalver, el actor y rapsoda Antonio de Béjar, y el músico José Antº Flores Yepes.
       Lo que supone un duelo de titanes culturales que ha hecho las delicias cómplices y el privilegio del público presente.

 
  Se ha comenzado la primera ronda con la intervención del poeta José Ángel Castillo que ha centrado su breve y densa intervención en el amor en la poesía y la búsqueda de que ésta sea música, así como el sufrimiento de los padres por los hijos, del que avisa en su poemario “Abuelos y nietos”. Ha leído su poema “Apocalipsis”, en el que manifiesta que la música es algo más que ruido no exento de ritmo.


Con una alusión al poeta peruano Eduardo Chirinos, (“¿qué es el poema sino el retorno de un dolor?”), José Ángel Castillo ha leído un poema propio, “El vikingo gris”, de su ‘Caleidoscopio en gama de grises’: hoy el poeta se movía en el gris.

Guillermina S. Oró ha dado paso a la intervención del actor Antonio de Béjar, quien ha declamado rimas de G. A. Bécquer:

“Yo sé un himno gigante y extraño
que anuncia en la noche del alma una aurora…”,
(y)

“Su mano entre mis manos,
sus ojos en mis ojos,
la amorosa cabeza
apoyada en mi hombro…”

    A continuación el turno del pintor José Mª Falgas, quien manifiesta su vivencia y sentido de ser pintor, en la estima de que el Arte camina hacia la Poesía.
      Ha hablado de su rincón habitado en la sierra de Guadarrama, casa con misterio, lugar donde hay paisajes, objetos y cosas que nos hablan de nuestra manera de vivir y sentir.
      Da lectura a un texto poético propio, “Calor del fuego”, conde ‘cae la noche y el sueño abre la puerta a otro sueño’. Pintar, escribir, soñar se lleva consigo en la esperanza de la primavera.

   
   Momento de la intervención músicovocal de José Antº Flores Yepes que, a la guitarra, ha acompañado todas las intervenciones producidas y hará lo propio con las que aún quedan y se produzcan. Ahora, en solitario, interpreta su canción “No tengo con qué pagar”.




       Turno para la poeta Lucía Abadía, que comienza con un soneto de amor, “Monótona manía”:
 “…porque te quiero y sueño a tu lado…

…Cuerpo feliz que tanto amo y siento…”

Y, a continuación, el poema “Una mañana de enero”.

        Tiempo para SØren Peñalver, que será el cierre de la primera parte y la apertura de la segunda.
En su práctica de leer poemas breves. Comienza con uno que trata de Libia, aun escrito en Italia, “Arroz de boda”.
      Otro poema, en el que acudió la inspiración, mientras buceaba en la Ciudad de los Muertos, en Alejandría: “Inscripción sumergida” que deviene en homenaje al poeta Fran Fanon.

      Antonio de Béjar, actor, hace un inciso para señalar que, desde su percepción, los poemas llamados de amor lo son de desamor.
Y pasa a recitar a los hermanos Machado, comenzando con Antonio, y destacando a Manuel: “Internacional” ("Chulo, souteneur, maquereau"…), también otro:

Yo, poeta decadente,
español del siglo veinte,
que los toros he elogiado,
y cantado las golfas y el aguardiente...

y continúa también con otro de Manuel Machado:

Esta es mi cara y ésta es mi alma: leed.
Unos ojos de hastío y una boca de sed...
Lo demás, nada... Vida... Cosas... Lo que se sabe...
Calaveradas, amoríos... Nada grave,
Un poco de locura, un algo de poesía,
una gota del vino de la melancolía...

        Para concluir con un poema de José Mª Pemán dedicado a Manuel Machado: “Al poeta de las Soleares”.
          Añade, en bis, un poema de José Ángel Castillo, el soneto “Primavera”.
          Hay que reconocer el mérito profesional y artístico de Antonio de Béjar, su memoria, naturalidad y dicción, y su capacidad de hacerse con el auditorio.

        Y se abre camino Lucía Abadía con su poema gastronómico-festivo “El paparajote”, que abre un orgulloso y alegre debate sobre las bondades de la seña de identidad con el dulce manjar que es el paparojote murciano: “su toque de canela / y su escarcha azucarada…”

      SØren Peñalver, hace una precisión a lo que se ha hablado de las influencias poéticas en los presentes en la mesa: SØren habla de identidades poéticas, más que de influencias.
Y pasa a la lectura de un poema homenaje al poeta Patrikus, ambientado en el tango “Adiós muchachos”.

        José Ángel Castillo habla de las fases del amor en su “Razón de vivir”Cómo olvidar la razón de vivir!”).

        Se le pide al pintor José Mª Falgas que diga algo sobre los compañeros de tertulia, y comienza con una afirmación rotunda: “SØren es un cuadro andante”. Lo que provoca una desenfadada y animada lucha, (la lucha turca) que Falgas y SØren bien conocen, en donde intercambian ‘golpes’ dialécticos donde predomina el buen humor.

     
En este momento hace su aparición y entrada el pintor Domingo Martínez Garrido, que hace entrega de un cuadro pintado por él mismo, un retrato de SØren Peñalver que entrega al poeta de Albudeite.

El broche que cierra el acto, tras la despedida de agradecimiento a los asistentes, por parte de Guillermina S. Oró, lo pone Antonio de Béjar con la lectura de un romance compuesto por Lucía Abadía.

Y termina con el poema “A mi sombra”, de Manuel Machado:

Sombra, triste compañera
Inútil, dócil y muda,
Que me sigues dondequiera
Pertinaz como la duda.

Amiga que no se advierte,
Compañera que se olvida,
Afirmación de la vida
Que hace pensar en la muerte.

Retrato, caricatura…
Algo que soy yo y no es nada.
Cosa singular y pura,
Al par que broma pesada.

Obsesión y diversión
Del poeta solitario.
Insignificante y vario
Tema de meditación.

Primera copia grosera
Del cuerpo, y quizá del alma…
¿por qué esa terrible calma
Muda que me desespera?

Querría a veces borrarte,
Pìntura de brocha gorda.
…Mas yo he oído tu voz sorda
Y opaca en alguna parte.

Y conozco tu bondad
Socarrona y oportuna.
Y tus bromas a la luna,
Y tu gran fidelidad.

Dime, pues, en la postrera
Hora, en el último trance,
Cuando la luz no me alcance,
¿tú dónde irás, compañera?

Compañera que se olvida,
Amiga que no se advierte…
Afirmación de la vida
Que hace pensar en la muerte.
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        Y esto ha sido todo en el estreno de “Rincón Literario”, que coordina Guillermina S. Oró y al que deseamos se convierta en un referente de la cultura en Murcia, creando auditorio, dirigido de públicos diversos, con éxitos y larga vida.

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     En las paredes de este espacio artístico había expuesta una colección pictórica de Emilio Villaescusa, sobre “Semblantes de la Última Cena”.
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Nota.- La próxima y segunda sesión del “Rincón Literario” será en dos meses, el 13 de marzo, con “El erotismo en la novela y en el relato literario”.

2 comentarios:

  1. guillermina Sánchez Oró24 de enero de 2017, 12:18

    Gracias por este gran reportaje. Un abrazo.

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  2. De nuevo, cultura a raudales, a borbotones, en todas sus manifestaciones. Y tu texto en sí, una nueva entrada en tu blog que ya es un valor cultural en sí misma.

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