lunes, 30 de mayo de 2016

ANDRÉS GARCÍA CERDÁN: POESÍA ENTRE DOS SIGLOS

La oferta poética y, en general, literaria en Murcia es densa: viernes con cuatro actos coincidentes en el tiempo y con cierta cercanía en el espacio. No se puede acudir a todas las llamadas. Selección difícil que me ayudó una sugerencia, desde la distancia del correo electrónico, para que asistiera al acto poético en el café “Zalacaín”, y escuchar/ver a Andrés García Cerdán.
       

  No conocía la obra de Andrés y allí fui. 

Lo agradezco, la práctica poética ha sido interesante y amena.
     
  Me decidí por explorar la experiencia propiciada por Mursiya Poética, y el colectivo Iletrados
    
Allí estaban, también, los de "La Galla Ciencia".

 Un detalle: regalan un cuaderno (plaquette, le llaman) con poemas de diferentes libros del autor y la participación de la ilustradora Cristina Franco. Todo un estímulo y un referente para que resuenen en los ojos de la memoria y se continúe explorando la poesía de Andrés García Cerdán.

La labor poética de Andrés, doctor en Literatura, lúcida voz del panorama poético, es amplia: siete poemarios; ensayos y colaboraciones, multipremiado en certámenes… Un aval que nos indica que, cuando menos, estamos ante un poeta sólido.

Aproximación al recital.
Se puede intentar desde diversos ángulos. Me inclino por las impresiones.


   · La participación de dos guitarras y violoncelo, que envuelven en transparencias musicales los poemas de Andrés.
      

   · Es la “poesía como eternidad de los momentos perdidos”, mientras habla de Jano, dice Andrés, quien canta, recita

Poesía sin concesiones, es la suya una poética entreverada de erudición raíces en la cultura clásica grecolatina— y vivencias de momentos cercanos: poesía urbana fondeada en la ilustración y estética de los años fin de siécle XX, en el rock y en los caminos que serpentean el siglo XXI: “…al fondo de esta calle está de moda…”

Cuando se decide por “…ceder al ensalmo en llamas de los días”, coexisten la “Miseria”, con los ‘Gorriones en Berlín’ y con otros pájaros a los que se les ha asignado innoble fama.

La mañana de un día que no importa
encontré una brecha en el cuerpo
del poema, esa boca
secreta
escrita en un costado
con que soñaron Swedenborg y Borges”.

Paisaje en el esplendor de un verano hipnótico, en el que se contrasta la sonoridad de desgarradas palabras, duras a la vez que humanas, para “Morir en Albacete”, donde una “rata” se revuelve en lo recóndito de cada individuo.

“Velvet plus”, ambiente de bar urbano: vinilos, güisqui, coca cola, Warhol, rock, Lou Reed… Con irrupción incidental de la tecnología entre música de diferentes sugestiones y atractivos en las que “Afrodita comparte habitación con Bob Dylan”.

El violoncello llora de la mano de Cristina Olmedilla, mientras sus notas nos pasean por el ámbito de ‘Velvet blues’, donde el segmento de edad en el arco de los 4530 se reconoce.
No hay infancia, porque los protagonistas (poeta, músicos, oyentes, evocaciones) habitan ya una juventud inmarcesible.

Felices los que no esperan nada


Andrés Gª Cerdán, en su libro “4ª persona del singular”, nombra una “…ella, como una flor, necesita el aire

Y aparece el amor.
Que viene del empuje del tiempo y de las personas y cosas que se aman. Algo de lo que se recoge en “Contra el invierno”:
    




Tuvo gran aceptación, entre el público presente, “Esquinas”, poema musicado para chelo y 2 guitarras (Cristina, David y Andrés).


El propio autor destaca a “Carmina” como su libro más querido.



Y nos despidió advirtiéndonos que “Ella sueña con nubes
Solo hay nubes altas y un vestido transparente por el que elevarse sobre el mundo.


En la superación de la dificultad de escribir desde fondo y ser sencillo, en una búsqueda de la verdad sobre el aprecio de la realidad y lo frágiles que son los logros humanos.

En sus poemas reside la personalidad de Andrés, que cuenta historias complejas, y muchas de ellas, reservadas para quienes se reconozcan en las generaciones desde los 90 hasta la segunda década del 2000.
  
Creo que es uno de los poetas al que los lectores habituales reconocen como poseedor de voz importante y distinta: presente entendido como sedimento vivo de la historia de todos y cada uno.

SANTIAGO DELGADO, saluda a la Virgen de la Arrixaca con una ODA en su honor.

Santa MARÍA de la ARRIXACA: 750º aniversario en Murcia

ODA que bien vale una Misa
  
     
 Pasaban las siete y media de la tarde. Iglesia de san Andrés. Llega al altar mayor el arzobispo emérito de Burgos —murciano de nacimiento— con su acompañamiento religioso. Ocupan su lugar destacado.

        750 años han pasado desde que el Rey Alfonso X el Sabio entregara a la ciudad de Murcia la talla de santa María de la Arrixaca, que tiene su sede en este templo.

         De todos es conocida la maestría de la Iglesia, como institución, para la celebración de ritos y solemnidades.

        Un maestro de ceremonias revela el orden de los hechos e intervinientes, tanto previo como dentro de la misa.

      Doble motivo: es el último domingo de mayo, dedicado a la Madre de la Arrixaca, y se conmemora su donación a Murcia, en cifra redonda.

         Anuncia el portavoz que la Hermandad ha designado con sello de distinción a Santiago Delgado Martínez, escritor y académico, para que formule en solemne ritual la tradicional “Salutación” a santa María de la Arrixaca.

       La atmósfera caldeada por la Coral Orpheus Music es surcada por la palabra de Santiago Delgado, quien abre su intervención señalando su vínculo de veinticuatro años de pertenencia y la gratitud por la confiada distinción y honor para este acto. 






      Resuenan tangibles los cincuenta versos laudatorios de su “Oda a María de la Arrixaca”, que delicadamente caen como pétalos sobre la Virgen y sobre todos y cada uno de los asistentes que llenan el templo.


Setecientos cincuenta años pasaron,
Madre y Señora Nuestra,
Oh, Virgen de la Arrixaca,
desde aquel día del florido mayo
en que Don Jaime, rey de aragoneses,
la Cruz restituyera en esta tierra
en la que ahora reinas.

Eres sol y eres luna en nuestros días.

Recuperar queremos tantos años
en que, dormidos quedaron fervores
primeros de inicial adolescencia.

¡Revistámoslos del amor sereno,
como hijos en la senda de la vida,
que, perdida la infancia,
apreciar saben ya la dulce miel
de amar por el amor de amar amando!

          Son 750 años desde que el rey Sabio, don Alfonso, entregó la talla a la ciudad. Siete siglos y medio en un esférico número manifiesto.

Setecientos cincuenta años, María
de la Arrixaca, Madre nuestra siempre,
y un ciento largo más
que aquí habitaste honrada
por cristianos de paso, fieles tuyos
que nos legaron tu preclara imagen
de Madre sosteniendo al Niño Santo.

Ampáranos a todos.
Y puesto que viniste del Pasado,
continúa siempre con nosotros,
hasta el más Último de los Futuros,
Señora de los Tiempo, Reina y Madre. 


         Con presencia de devotos, también las kábilas y mesnadas de Moros y Cristianos, pues ambos veneran desde hace 750 años a la Virgen de la Arrixaca, se ha recibido la entrega de Banderas por parte de los ayuntamientos de Albudeite, Murcia y Ricote.

    “Y llévanos a todos bajo el manto
dorado que horna en majestad tu cuerpo
 glorioso, que en el Cielo mora eterno.
Amén.

       
    La copresidencia del acto litúrgico ha correspondido al Arzobispo mencionado y al Presidente de la Región de Murcia, excelentísimo señor don Pedro Antonio Sánchez, quien ha realizado la ofrenda.



       El tiempo de los actos y de la Misa, de más de una hora de duración, han merecido la asistencia por y para escuchar la Oda escrita y pronunciada por Santiago Delgado.

¡Enhorabuena!

                   por la destacada dignidad de homenaje y la ofrenda de tus versos.

        Y que en todas y cada una coincidamos hasta que se te haga el encargo de la celebrada salutación por los 1.500 años de santa María de la Arrixaca en Murcia. 



jueves, 26 de mayo de 2016

ANHELO TENAZ, AMOR IMPOSIBLE. ESENCIA Y RECUERDO

      Entre el abrazo de dos poemas, este libro muestra un escueto mosaico de poesía y prosa confluyentes, en el encuentro del amor y la dificultad de amar; un conglomerado sentimental en el que, por sí mismo, es complicado el acceso a la verdad.

PALABRA BREVE para MAGNO SENTIMIENTO

     Pequeño libro que contiene la memoria de hombre fascinado y sirena enamorada. 
    La protagonista femenina, creada por Nadehzda Kostadinova, es terrestre y no sitúa en el agua su exclusiva existencia.
     Como punto de vista para la lectura del libro, la sugerencia de tomar como referencia a la rusalka que, en la mitología eslava, es ninfa del agua, una variante de sirena. A medianoche, acostumbraban a salir y bailar. Si se acercaba un hombre hermoso, lo hechizaban con canciones y bailes, y lo atraían a vivir con ellas.
     Se decía que, al final del tiempo, encontraría a un hombre único. El músico Antonín Dvořák –sinfonía “Nuevo mundo”-, compuso una ópera con el nombre de Rusalka, un espíritu esencial que anhela convertirse en ser humano y amar como mujer terrenal, aún con el precio del sufrimiento.

(Otros grandes modelos son Safo de Lesbos, y Calypso -con Ulises-, mitos que permanecen y se reproducen a lo largo de los siglos).

     Tanto el poema que abre como el que cierra el libro constatan la dificultad, casi imposibilidad, de encontrarse en el amor.
    Ya los títulos son significativos: “Caminos donde tú no estás” y “Allí donde habitas”, recorrido desde la oscuridad hasta la ausencia. El misterioso señor llega con las sombras y se va antes del alba, pues donde habita queda lejos y difuminado en el misterio. Difusos son el camino y el retorno, el fruto está en la palabra escrito, poesía:
Te escribo,
te abrazo entre mis versos”.

      Queda la palabra como un conjuro. La escritura crea la vida de una nueva cercanía.

      Siguen las “Cartas a un misterioso señor(9 cartas breves, una por página, entre 14 y 21 líneas), que señalan el respeto y distancia que impone lo desconocido. Misterio del personaje-rusalka, que es la que escribe, envuelta en la frecuente ingenuidad ante el amor. El diálogo, limitado a la correspondencia en el deseo, inclina a no preguntar. Placer y dolor en la creación de un mundo de ensueño, mágico, circunscrito al amor sin palabras. 


      En la primera carta, “Náufraga”, quedan establecidas las premisas, en la metáfora “Ha sido usted la tormenta marina”. El ‘señor’ seguirá siendo una neblinosa incógnita, individuo de orígenes y destino inciertos.
      Ella manifiesta, a la vez, el gusto por la sacudida amorosa, sin esperar rescate; y una esperanza intuitiva:

      “No pretendo irme, sé que volverá a por mí, pero esta vez, para quedarse”.

      Enamorada, aporta datos del personaje masculino, visitante nocturno “lleno de misterio y pasión…” quien es un “viajero entre el tiempo y el olvido…” Aunque queda presa de lo imposible, de la contradicción sentimental: vivir solo en el amor, sin nada más que incida ni distraiga y, a su vez, la huida.
       Hechizados ambos quedan en un doble plano: él, que “…anda perdido en el bosque de sus miedos” y en el hechizo que enreda a los dos. Alegoría del misterio tras la máscara. La enamorada se siente a sí misma como “alma pura y corazón noble”, providencial.
        Arriesgar todo para conseguir todo, en vidas paralelas sueño/realidad, plagadas de indecisiones, como la espuma de la ola con sus burbujas de pasión.

Metáfora de la cultura que vive aprisionada.
      
    Las cartas se complementan, un cambio de registro, en la misma circunstancia del plano sentimental, con siete reflexiones en primera persona, a las que la autora denomina “Entre los sentimientos”.

     La protagonista pasa a ser una delicada mujer, ‘como flor de amapola’ que camina descalza en la soledad de la arena de un amor entregado sin eco, quizá el dolor: “Hoy toco el cielo, beso las estrellas”, atrapada en los recuerdos, como “el tren a ninguna parte”.

      Asunto y fondo principal de la vida y del arte: un ramillete de textos breves que sacuden el polvo de la rutina mental. La memoria es frágil, se recuerda no tanto lo que pasó, sino aquello que podemos evocar.
     La voz conversacional habita en la mente de la protagonista, corresponsal de cartas sin respuesta, en un ejercicio catártico para liberarse de la imposibilidad del amor, con la descripción del estado anímico del protagonista, que se transforma en alegoría.

«Al ponernos de pie conocemos nuestra estatura»

En “Cartas desde el fondo de mi corazón” cada página es un pedazo de alma, la de una mujer que, con plena conciencia de ello muestra transparencia amorosa aun en la extrema dificultad. 
Uno de los logros del libro es la dualidad constante; el relato de un hombre misterioso que medita y acepta sin forzar. La obra es fruto de la alquimia combinada del pensamiento y la imaginación: la elección entre vivir las pasiones o vivir el arte.

En este libro que contiene una peculiar relación protagonizada por hombre misterioso y mujer-sirena, Nadehzda Kostadinova nos conduce por la conciencia viva que se enfrenta con la vida, en la sinceridad de los recovecos de la trayectoria humana, que guía hacia el punto de llegada. 
Pertenece al modelo apegado a la realidad y al tiempo que ha tocado vivir. Tras verterlo en un guion, el texto podría representarse teatralmente, manteniendo su tono contemplativo, meditativo.

  La conclusión es que la realidad y su escenario se escriben con poesía, que dura más que la vida.

Ficha técnica

Cartas desde el fondo de mi corazón

Nadehzda Petkova Kostadinova

Ediciones Kostadinova
Murcia, 2016, 23 páginas


domingo, 22 de mayo de 2016

NOCHE EN LOS MUSEOS, LA LUZ ES FIESTA

     

Un año más, al inicio de la tercera semana de mayo, días y noche para estar en los Museos.
     Se contagia y agrada esta febril actividad por la que los museos quieren ofrecer lo mejor de sí mismos, tiempo en que la gente tenga como referencia y, digamos, 'obligación' de visitar al menos una vez al mes, durante todo el año, más de un museo.

     El Día Internacional de los Museos se celebra en todo el mundo alrededor del 18 de mayo.
       La larga noche de los museos posee ambiente festivo, además del cultural, porque ya es extraordinario que cualquier museo abra por la noche, y porque se celebran actos musicales y de jolgorio. Y quizá algo de suprema importancia: encontrarse con amigos y compartir un rato de esta noche y su magia.

       Este año, he limitado mis visitas en la noche del 21 de mayo. Cuatro museos, los más cercanos, -salvo el Museo Salzillo que no abre por la noche; con él habrían sido cinco-.

      Comencé por el museo de la Ciudad, que tiene la exposición del Fuero Juzgo, documento legal fundacional por el que se crea el Concejo de Murcia.


      Es ilustrativa e interesante la exposición y merecería un comentario concreto, (pero, ahora, hablamos de la Noche de los Museos).

    Llama la atención la regulación de aguas para riego del río Segura en Murcia y Orihuela.

       También dos cuadros que representan la figura del rey Alfonso X, de joven y ya de mayor.

       En el jardín del museo hay un acto. Lleno total.



       Desde aquí me he desplazado a la plaza de santa Catalina, al museo ‘Ramón Gaya’. Que dedica su monográfico a los autorretratos. 



      Hay un piano en la puerta, —el lema de este año se ve en la parte superior: «Cerramos el Museo y abrimos la plaza»—.
    Un músico inspirado interpreta melodías al saxo. Y la música se percibe bien hasta en la Gran Vía.

        Mucho público visitante en la plaza del Gaya.


        Y ahora, al museo del Almudí.



    Tienen la otra parte de lo que ya hemos dicho del museo de la Ciudad, la exposición "EL CONCEJO DE MURCIA 1266 - 2016".


      Todo un lujo ver la Colección Himalaya en el Palacio Almudí, una de las colecciones de arte contemporáneo más ricas del panorama nacional.
    Se trata de una selección de obras que representan un periodo para la pintura española. Obras de artistas afamados y consagrados desde hace muchos años.

     Hay mucho para destacar, pero me quedo, en esta impresionante noche de luna llena, con el cuadro de Juan Genovés, 








  y del Ouka Lele.








   Y concluyo con el museo de Bellas Artes, “mi” MUBAM, que le hice la visita de gustoso cumplido el jueves 19.  

        
       No hubo tiempo para más.

     Miles de personas han disfrutado de la Noche de los Museos: conciertos y visitas guiadas.

    Desde las 8:30, el flujo de gente ha sido incesante.

   

       (En el Museo Arqueológico, también en el de Las Claras, en el Real Casino y en la catedral, el público visitante creaba ambiente festivo, agradable y distinto al del resto del año).

   Momento destacado del año: en los museos se hace de noche.

miércoles, 18 de mayo de 2016

CLARINETE VIRTUOSI, MÚSICA EN EL MUSEO

         

       Declina en Murcia la calurosa tarde de mayo. Aún en la extendida luz de la calle, acudo al museo “Ramón Gaya” porque tienen en programa para hoy un acto musical, un Concierto donde el protagonista es el clarinete; sobre todo, sus intérpretes.

               
   
     Accedo al salón, que desde hace días acoge la exposición de Luis Marsans, pintor catalán contemporáneo, —fallecido hace poco más de un año—. 


     
  Resulta grato observar que algunas de sus pinturas tienen que ver con la música, y con otras cosas también. Cuadros en los que se produce diálogo entre color, notas, transparencias y claroscuros; y que se percibe aquí en relación simultánea entre dos de las bellas artes: Pintura y Música. Coinciden exposición y concierto; el arte está hecho de coincidencias.

   
  El piano para el concierto, aguarda, flanqueado por dos acuarelas de estudio sobre piano. La ambientación es un diálogo que inevitablemente se produce entre Pintura y Música. Y el piano, instrumento que de siempre, es sugerente pues contiene recónditos y actuales mensajes que esperan ser obtenidos de sus teclas, da mucho de sí.


      Busco un asiento y lo hallo en primera fila, en el acceso lateral del salón, ubicación de la que me agrada su perspectiva y proximidad, a la vez que se produce especial forma de audición. En actos anteriores me ha agradado estar ahí, lo considero familiar, si puede ser, como hoy, que he llegado a tiempo.
 
         En la silla de al lado descansan dos partituras de las que van a ser interpretadas enseguida. Se lo indico al pianista que ahí están los textos musicales, solo toma uno. (También Stefanos dispone de una enorme tablet -o e.book- que contiene alguna de las partituras del concierto en formato digital).
     Me ha resultado emocionante, en la audición, tener de compañera de asiento a una partitura de Brahms.   

     Dejamos los cuadros de la exposición, aunque son compañía distinguida, para una ocasión singular, pues hoy los protagonistas son los intérpretes del clarinete que tocan sobre Música de compositores genialmente especiales.

       Este concierto de referencia marca el final, la clausura de un Seminario de clarinetistas, donde piano y clarinetes comparten espacio y público.

  
  Sin preámbulos, comienza el encuentro y suena la música de Mozart compartida por el pianista Stefanos Spanopoulos y la clarinetista Cristina Mateo, que inundan con el  Allegro del mozartiano concierto en LA Mayor. Ejecución entregada en el ágil camino de las notas del maestro de Salzburgo, en complicidad interpretativa con el piano, pero con la personalidad singular de Cristina.



      Es el turno para Brahms, con el allegro appasionato de la Sonata. Interpreta Carolina Inderbititzin, quien se prodiga con ímpetu, como la pieza misma, apasionada en su interpretación. Destacable su desenvoltura para entenderse con el piano sin diluir su personalidad clarinetística. 








      En el devenir del acto, la continuidad es para el profesor Jonatan Rives, con dos secciones del concierto núm. 2 de C. M. von Weber. Rives, una vez más, muestra inspiración y oficio, internándose profundamente en la obra de su responsabilidad.

     Su inmersión absorta en la traslación de la primera pieza al público ha producido una anécdota: tras el Allegro, se retiran ambos, pianista y clarinetista…. para regresar inmediatamente, pues les aguardaban las notas de la Romanza andante.   










   Sigue en la relación el clarinete de Jordi Pons, para ofrecer la Première Rhapsodie de Debussy. La calidad del concierto va consolidándose, como si Jordi se hubiera subido a la escalera de sus antecesores y diera a probar una copa de excelente vino musical








    El momento mágico lo aporta Carlos G. Duarte con el “Abîme des oiseaux” (‘El abismo de los pájaros’) para clarinete solo.
     Carlos, con su excelente interpretación, crea un ambiente natural donde acuden las sonoridades de las avecillas y las esparce por la sala como quien delicadamente sugiere la seda de las voces. Supo conjurar el peligro del solo con la transmisión de explicativo interés musical. 



   La intervención final, el cierre es para el jovencísimo Jonas Lyskjaer, que mostró gran talento, aun en la responsabilidad de su comparecencia ante el exigente público de esta noche.
      Su obra asignada es el Concierto de Clarinete, del americano A. Copland, Introducción y cadencia, en la, además, puso apasionada devoción en los en sonidos consonánticos, que despertó el entusiasmo del público.


       Y hasta ahí.
       No hubo bis, un epílogo, —que se habría agradecido—. Se entiende y se justifica: ¿a quién se le iba a encomendar esa distinguida responsabilidad? No convendría.
       Quizá… una especie de concertante, (pieza musical que combina varios instrumentos que se armonizan en forma de sinfonía). Aunque hay que entender que discurrió todo el acto como dúo concertante de clarinete y piano.

       Entre el público, como activo espectador y protagonista —porque en todo lo que hay que oír y que ver en el universo del clarinete allí está él—, Manuel Rives Beneite, muy cercano participante, estrecho colaborador en el Seminario y hermano de Jonatan. Su mirada no es la de un sencillo concurrente sino la de un responsable que ha de derramar cálida proximidad y que se vuelca en estos y otros eventos musicales con el clarinete como protagonista. 


     Me gustó el concierto, mucho.
    Y manifiesto que esta es una de las ocasiones en que uno valora y quisiera poseer oído absoluto para la música, y así gozar de la identificación de cada nota por la sonoridad que se percibe.
     Quien escucha esta música tan trabajada, con un poco de atención, quisiera sentir un profundo afecto por la música como amparo y sustento frente a las adversidades de la vida. Porque en este concierto y ante intérpretes sobresalientes se necesita oído absoluto para que no se diluya lo auténtico.

      Ha resultado ser, entre otros aspectos memorables, un juego estilístico de textos que enriquecen la complejidad del discurso contado por los sucesivos intérpretes que se ha convertido, también en un encuentro de personas que hacen música, se divierten, lo transmiten y comparten

     Que vuestro futuro musical se abra progresivamente, como se manifestado en lo prometedor que este acto ha sido.

Ficha técnica
Concierto
VI International Clarinete Seminar,
por Jehuda Gilad y Stefanos Spanopoulos