MISTERIOSO ALCOHOL: ARDE EL ORUJO PARA ALEJAR LOS MALOS PRESAGIOS Y ATRAER
LA BUENA SUERTE.
La penúltima noche en el
hotel Cruceiro, de Cambados, tuvo lugar la ancestral ceremonia gallega. Los
viajeros lo habíamos pedido y la gerente, Victoria, acogió la propuesta, sensible
y gustosa a esta celebración.
Entre quienes son proclives a
creer, crédulos, escépticos e indiferentes, abiertos todos a la fiesta, función
espectacular en la estancia ubicada en los bajos del hotel.
El ser humano se inquieta
ante lo desconocido, se siente desvalido en lo incierto y en lo que no domina, muestra
debilidad y temor ante el futuro.
En esta circunstancia
existencial emergían en las tribus, y se mantienen en las sociedades, personas
con característica habilidad ante la actitud anímica de quienes necesitan una
esperanza, por difusa que sea. Gestos, palabras y referencia, tantas son que
hay veces que aciertan.
Y siempre presente la
destreza humana, el arte y la capacidad de sugestión donde la fuerza se
concilia con la poesía y la elocuencia es muda. Para dominar el presente y
acceder al futuro se hace preciso un ritual.
En estos actos se reúnen habilidad, misterio, alguna verdad y también belleza.
En estos actos se reúnen habilidad, misterio, alguna verdad y también belleza.
Desde tiempos antiquísimos, las
culturas tienen sus visionarios, sus hechiceros, como expertos y supuestos dueños
del destino, avisados de lo que a cada cual puede ocurrirle. Lo mismo en el
área mediterránea del Oráculo de Delfos, en la antigüedad griega. Como en las
tierras del Finisterre, la influencia céltica y de las culturas nórdicas.
Bebida
característica gallega es la queimada. Es alcohólica y sus ingredientes
principales son el aguardiente y el azúcar, a los que generalmente se les añade
corteza de limón o naranja. Pese al rechazo de los puristas, hay quien le añade
unos pocos granos de café sin moler y, dependiendo de la costumbre local,
trozos de manzana, uvas o algún otro ingrediente.
A la queimada
se le atribuyen facultades curativas y se afirma que, tomada tras la
pronunciación de un conjuro, funciona como protección contra maleficios, además
de mantener a los espíritus y demás seres malvados alejados de quien la haya
bebido. Cualquier ocasión es propicia para realizar la queimada
y una gran fiesta en su honor: reuniones familiares o de amigos, fiestas
populares, etc.
Los digestivos para los más
avezados: El orujo gallego
El orujo de Galicia es
aguardiente obtenido por destilación de las partes de la uva sobrantes de la
vendimia. Es decir, se aprovecha todo.
El orujo está en el corazón
de los gallegos y está fuertemente integrado en la vida de los agricultores y
de los marineros que aseguran que, en el calor, refresca, y en el frío,
calienta, mata tristezas y mejora la voz.
La queimada
y el rito ancestral
“Queimar
as meigas”, que son malas; porque las buenas son las brujas. Esto
es Galicia
Es uno de los más difundidos
rituales del aguardiente.
El maestro de ceremonias fue
un camarero del hotel, gallego auténtico y buen conocedor del conxuro, que dijo de memoria fluida.
Hay misterio en la operación por
la que la bebida se hace arder con ciertas fórmulas y añadiendo azúcar,
cáscaras de naranja y limón, café o vino tinto, al gusto del quemador.
Con buen pulso se le prende
fuego, y mientras la queimada
se remueve con un cucharón, se recita el conjuro a la vez que se levantan las
llamas y se sigue oficiando. Las llamaradas se levantan azules, amarillas,
blancas, verdosas, violáceas.
Una vez concluida, cuando el
fuego casi se apaga, se reparte en tacitas de barro. En los orígenes de la
queimada se encuentran elementos célticos, románicos, germánicos y árabes. Estos últimos introdujeron el aguardiente y el azúcar; los germánicos, el placer de
la ebriedad colectiva y el gusto por las bebidas encendidas; y los célticos, los
elementos poéticos de los “esconxuros”.
Verdad o ficción, esto es para vivirlo en colectividad. No
imagino una queimada hecha para uno solo. Hay que ser fiel a los hechos, sin cruzar
personajes y sucesos ni crear escenas: la queimada tiene suficiente misterio por sí misma.
El personaje, en esta ocasión
un bruxo, un hombre, también va teñido por una cierta tristeza, ya
que descubre que en la almoneda del corazón se amontonan (y siguen allí) las
antiguas pertenencias del rito.
Aunque todo sea una forma de
mirar un espectáculo, hace reflexionar sobre la fugacidad de la vida y lo poco
que queda de nosotros cuando los que nos suceden se desprenden de los
testimonios de nuestra existencia.
La cara secreta de la queimada
Es muy difícil contarlo de
forma que cualquier lector pueda conocer que sucede allí, por eso creo que es
necesario intentarlo.
En una triple aproximación a
la vida a través de tres voces distintas.
La primera es la de cuando se
cuenta la propia vida, cada quien para sus adentros, que a veces adorna sin
darse cuenta, y luego no se corresponde quizá con lo que ven otras personas.
En la segunda aproximación, nadie
se pregunta por los motivos de querer saber hasta los más nimios detalles de la
vida de las personas. Su pensamiento interior parece responder a que no se es
en absoluto una persona frívola.
La tercera y última parte se
ofrece a través de los recuerdos de amores en la distancia. El amor tiene un
magnetismo que atrapa a cuantos asisten. Amores distintos, pues en la vida de las
mujeres y de los hombres ha de haber diferentes tipos de amor.
Razón de amor
No hay por qué perder o ganar
al paso por los engaños,
Sentir la vida,
aunque no haya preguntas.
Permaneceré oculta
y sonreiré a escondidas.
Me manifestaré en las miradas otras.
El silencio, magia silenciosa,
llenará el cielo
de sueños.
Y entonces seré yo.
Trozo de amor
es la vida toda.
No
es una ficción, es una realidad presente en la vida cotidiana de Galicia. La
brujería tiene el afán de los sueños
proféticos para todo aquel que la pague.
Son
conocidas las historias de meigas y bruxas en Galicia, personas en contacto con
la magia, en las que la religión y el ocultismo convivían con normalidad, como los fantasmas de la Santa
Compaña. A lo largo de la historia han recibido toda clase de insultos y
desprecios. Hasta juicios a supuestas hechiceras
que robaban niños. Normalmente la Inquisición no tomaba represalias contra estas mujeres. Sí
lo hacía, sin embargo, contra las meigas, hechiceras acusadas de actos malvados y que
atemorizaban a la gente. En muchos casos los juicios a brujas quedaban sin
terminar por falta de pruebas.
Las
bruxas y meigas forman parte de
la literatura universal.
Físicamente,
no podían levantar el vuelo con sus escobas, pero utilizaban drogas para poder
desplazarse al menos mentalmente. Era la forma de muchas mujeres de rebelarse,
utilizando además un objeto tan cotidiano como la escoba.
Estas
creencias convivían con la religión. Muchas brujas prestaban un servicio a
la comunidad. Hasta hubo reyes que echaban mano de famosos nigromantes para
tomar decisiones importantes, y los brujos iban a diario por los castillos.
Un verdadero ejercicio de exorcismo. Fue un buen momento en la noche. Algo empuja hacia una
espiritual esfera mágica.
Hay noches que están colgadas
de los árboles, como en el insomnio escritas en avenidas oscuras, donde al
fondo se oyen gemidos crujiendo entre la hojarasca. Sobra el mundo y en los
tejados hay gatos y pianistas. Y ahí es el encuentro, donde la música se hace sueño.
De ojos para adentro todo es infinito en el cielo de papel y tiemblan las voces
entre susurros. No cierres los ojos y no dejes de mirarte. El aire infinitivo
de tu amor caerá despacio hacia tu boca.
La noche se gira para mirarte
por el hechizo de tu sonrisa. Si te rompes, serás luz que iluminará
eternamente...
como si
nada fuera,
como
si ha sido,
como
nada será.
Lo
mismo que estas palabras
Que no se han escrito.
Tú vive
sintiendo
que
todo es
en este instante.
Si tuviera que elegir un texto para una antología tuya ( y quizás algún día me lo pidan, porque espero sobrevivirte, ja, ja), elegiría, sin duda, éste: "Hay noches que están colgadas en los árboles..." Magnífico. Con aroma a queimada y a misterio, pura literatura. Porque hay palabras que sí se han escrito, gracias a ti.
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